Introducción
Cuando compramos un vehículo usado es importante verificar las condiciones de las llantas, ya que son uno de los componentes más importantes en términos de seguridad en la carretera. Pero, ¿qué pasa cuando queremos transferir un vehículo a nuestro nombre? ¿Cuántas veces necesitamos cambiar las llantas para cumplir con los requisitos legales? En este artículo te lo contamos.
¿Qué dice la ley?
Según la normativa vigente, para transferir un vehículo es obligatorio que las llantas se encuentren en buen estado y que hayan superado la revisión técnica vehicular. Esto significa que, si las llantas están muy desgastadas o dañadas, deberán ser cambiadas antes de proceder con el trámite.
¿Qué se considera buen estado?
Para que las llantas sean consideradas en buen estado deben cumplir con ciertos criterios técnicos, tales como:
- Profundidad mínima de la banda de rodamiento de 1,6 mm
- No presentar deformidades ni cortes en la estructura
- No tener pinchaduras ni fugas de aire
Es importante mencionar que estos criterios pueden variar ligeramente dependiendo de la normativa local de cada país o región.
¿Y si las llantas no están en buen estado?
Si al hacer la revisión técnica vehicular se determina que las llantas no están en buen estado, será necesario cambiarlas antes de poder transferir el vehículo. En algunos casos, incluso puede que se deba hacer una nueva revisión técnica antes de que se apruebe la transferencia.
Conclusión
En resumen, para transferir un vehículo es necesario que las llantas se encuentren en buen estado y hayan pasado la revisión técnica vehicular. Si las llantas están muy desgastadas o dañadas, será necesario cambiarlas antes de proceder con el trámite. Recuerda que las llantas son un componente clave para garantizar la seguridad en la carretera, por lo que es importante mantenerlas en buen estado en todo momento.
