En España, cualquier persona que adquiera un vehículo debe estar preparada para pagar algunos tributos, que son impuestos o tasas que se deben abonar para cumplir con las regulaciones y normas establecidas por las autoridades.
Impuesto de matriculación
El impuesto de matriculación es un tributo que debe abonarse al Estado español al comprar un coche nuevo o de importación. Esta tasa es calculada en función del valor del vehículo y del impacto ambiental que tenga. A mayor valor y menor eficiencia energética, mayor será la suma a pagar.
Impuesto sobre vehículos de tracción mecánica
Otro de los tributos que debe abonarse al adquirir un vehículo en España es el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, también conocido como IVTM. Este impuesto es un tributo municipal que se debe pagar anualmente y se calcula en función de las características del vehículo: potencia, cilindrada, emisiones de CO2, etc.
Impuesto de Circulación
En algunas ciudades españolas, también se aplica otro impuesto llamado Impuesto de Circulación, que es similar al IVTM pero se paga anualmente en lugar de ser anual.
Tasa de la Dirección General de Tráfico
Además de los impuestos anteriores, en España también se cobra una tasa de la Dirección General de Tráfico por la emisión de la tarjeta de la ITV, que es el documento que certifica que un vehículo cumple con las normas de seguridad y medio ambiente. Esta tasa tiene un costo fijo, independiente del tipo de vehículo que se adquiera, por lo que se debe pagar en cualquier caso.
Conclusiones
En conclusión, al adquirir un vehículo en España es importante tener en cuenta los diferentes tributos que deben abonarse. Estos impuestos son necesarios para cumplir con las regulaciones y normas establecidas en el país, y pueden variar en función del tipo de vehículo y su eficiencia energética.
- Impuesto de matriculación
- Impuesto sobre vehículos de tracción mecánica (IVTM)
- Impuesto de Circulación (en algunas ciudades)
- Tasa de la Dirección General de Tráfico